VALÈNCIA. Si en algún lugar se encuentra a gusto Salvador Gomar Fayos (València, 1965) es en un campo de fútbol, ya sea de tierra o de césped. Por eso, se muestra relajado en el terreno de juego del CD Serranos, un campo emblemático del fútbol valenciano situado al abrigo del histórico Pont de Fusta del viejo cauce del río Turia, donde hay otros campos que han sido —y son— sede de incontables partidos que han alimentado, desde tiempos pretéritos, una parte del fútbol regional que tanto ocupa a la Federación de Fútbol de la Comunitat Valenciana (FFCV). Hijo de Salvador Gomar Asturiano, el histórico gerente del Valencia CF entre 1974 y 1986, a Salva, como le llama su entorno, pocas cosas le hacen sentirse más a gusto que un tapiz verde y dos porterías. Por ello, y pese a la ligera llovizna que había esa tarde, llega con una sonrisa de oreja a oreja diciendo que esa zona del río la transita muy a menudo, pues también le gusta salir a correr.
Salva lleva ligado al mundo del fútbol prácticamente toda su vida. De joven llegó a jugar en las categorías inferiores del Valencia CF y en diversos clubes de la provincia, como la UD Benimodo, Alginet CF y Torrent CF. Luego, entrenó a diversos equipos, entre ellos el equipo femenino de El Pilar de fútbol sala, y más tarde estuvo involucrado en la gestión del Valencia CF, ya que se encargó de presidir el Mestalla CF durante nueve temporadas. Más tarde aterrizó en la gerencia de la Federación Valenciana de Fútbol, que preside desde 2018. Casi cinco años después de su llegada, y con una reelección sacada adelante de manera holgada, es momento de repasar su gestión y testar la salud del fútbol en nuestra Comunitat.
— ¿Se pueden resumir cinco años de gestión al frente de la Federación de Fútbol de la Comunitat Valenciana?
— Desde mi llegada creo que lo más importante ha sido la modernización y agilización de la federación, gracias a un equipo más joven, activo y con muchas ganas de hacer cosas. De hecho, prácticamente todos los proyectos que venían en aquel Suma de nuestro programa se han iniciado y se han terminado. Queda alguno por mejorar, que es precisamente lo que estamos haciendo actualmente. La calificación no me corresponde a mí aunque, desde luego, el fútbol valenciano la ha considerado buena, porque han vuelto a confiar en mí. Pero yo creo que estamos haciendo muchas cosas, desde el área Valenta (dedicada al fútbol femenino) hasta el tema del comité de entrenadores, en el que estamos haciendo cursos, tanto online como presenciales, casi todos los meses, cuando antes no se hacía.
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— Precisamente, ¿qué importancia le concedes a tu reelección?
— Antes de llegar a la presidencia ya fui secretario general y he estado vinculado al fútbol toda la vida. Sin embargo, el hándicap que tenía era que venía de cuatro años atrás con un equipo que había hecho una gestión extraordinaria, pero la federación se tenía que modernizar; necesitaba ese cambio de rumbo que es lo que le hemos dado.
— Hablabas antes de Valenta. El desarrollo del fútbol femenino en la Federación Valenciana, y a nivel global, es imparable...
— Sí, tenía claro que el fútbol femenino en la Comunitat Valenciana gozaba de buena salud, pero teníamos que darle un impulso y, además, concretarlo. Es decir, tener un área exclusiva que se dedicara a la progresión y a la promoción del fútbol femenino. Le dimos un nombre que fue Valenta, porque entendíamos que, con ese nombre, lo íbamos a asociar con el fútbol femenino, y así ha sido. En cuestión de dos o tres años toda España, todo el mundo, conoce Valenta como sinónimo del fútbol femenino en esta tierra. De hecho, hasta te puedo decir que la FIFA ha llamado a la Federación Valenciana para que expongamos el proyecto y el trabajo realizado durante los últimos cuatro años. No solo hemos triplicado las licencias, sino que hemos hecho una tecnificación, un clínic, actividades en los colegios…
— ¿En qué punto crees que se encuentra la posibilidad de la evolución de la candidatura mundialista de España para el 2030?
— Esto lo tienen que decir unos terceros. En este caso, la FIFA cambió el criterio de años atrás y ahora votan las 211 federaciones del mundo, por lo que puede pasar cualquier cosa. Creo que España, Portugal, Marruecos y Ucrania han apostado muy fuerte, sobre todo las principales sedes, que son España y Portugal. Marruecos se añadió después, en lo que creo que es una buena táctica, y añade a nuestra opción otro continente. Lo que a mí me llega es que España está trabajando muy bien. Digo España porque es una oficina que no es la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) en sí, sino que es la misma oficina de la federación, pero con unas personas que han realizado unos dosieres espectaculares.
— ¿Puede salpicar a esa candidatura todo el último episodio que vivimos aquí en València con el tema del racismo?
— Creo que no, porque de aquí a que se decidan estas cosas, no pueden verse salpicadas por lo que ha habido. Además, en mi opinión, ha sido un tema anecdótico. ¿Que ha ido más allá? Sí, pero bueno, tenemos ahora una gestión espectacular del señor Rubiales. Y digo de Rubiales porque es el presidente de la Real Federación Española de Fútbol; y, en mi opinión, lo que ocurrió aquí creo que ha sido un hecho aislado que se puede dar en cualquier estadio de fútbol. En cualquier campo de fútbol humilde, estoy seguro, todas las semanas. Yo no le daría más importancia.
Foto: EDUARDO MANZANA— Dicho esto, ¿considera que hay racismo en el fútbol español">Plaza