Correr es una actividad física que aporta muchos beneficios para la salud y el bienestar, pero también puede tener sus momentos difíciles. A veces, nos gana la desmotivación, el cansancio o la frustración. Por eso queremos darte algunos consejos para superar esos baches y seguir disfrutando del running.
Conéctate o desconéctate de tu cuerpo según el momento. Según la psicóloga deportiva Alexandra Panayotou, hay ocasiones en las que debes prestar atención a las sensaciones de tu cuerpo para mejorar tu rendimiento, y otras en las que debes distraerte de ellas para reducir el sufrimiento. Por ejemplo, si estás buscando un récord personal, puedes enfocarte en tu respiración, tu ritmo cardíaco o tu técnica de carrera para optimizar tu esfuerzo. Pero si estás en un entrenamiento más relajado o en una carrera larga, puedes escuchar música, hablar con alguien o irar el paisaje para hacerlo más llevadero
Mantén una actitud positiva y proactiva. La mente tiene un gran poder sobre el cuerpo, y por eso es importante que cuides tu diálogo interno y tus emociones. Evita los pensamientos negativos, las quejas o las excusas que te impidan salir a correr o dar lo mejor de ti. En su lugar, recuerda tus objetivos, tus logros, tus motivaciones y tus beneficios al correr.
Varía tu rutina y busca nuevos estímulos. Si siempre corres por el mismo sitio, a la misma hora o con el mismo plan, es normal que te aburras o te estanques. Para evitarlo, puedes introducir cambios en tu entrenamiento que lo hagan más divertido y desafiante. Puedes probar con tipos de entrenamiento distinto, cambiar de ruta o variar la compañía.
Cuida tu alimentación, tu hidratación y tu descanso. Estos tres factores son fundamentales para tener una buena salud y un buen rendimiento deportivo. Si no comes bien, no bebes suficiente agua o no duermes lo necesario, es probable que te sientas más cansado, débil o irritable al correr. Es necesario seguir una dieta equilibrada, hidratarse correctamente y dormir de 7 a 9 horas diarias.
Escucha a tu cuerpo y respeta tus límites. Aunque es bueno que te esfuerces y te superes al correr, también debes ser consciente de tus capacidades y tus limitaciones. No pretendas hacer más de lo que puedes o de lo que te conviene, porque puedes lesionarte o agotarte. Si sientes algún dolor, molestia o malestar al correr, detente y consulta con un profesional. Es muy importante que respetes los días de descanso entre entrenamientos.
Esperamos que estos consejos te sean útiles para motivarte y superar los momentos de bajón o estancamiento al correr. Recuerda que lo más importante es que disfrutes de esta actividad y que la adaptes a tus gustos y necesidades.
