VALÈNCIA. Cuando uno piensa en Alicia en el País de las Maravillas es más que probable que la primera imagen que le venga a la cabeza sea la de la versión animada que impulsó Disney hace ya casi 75 años. Aunque la novela de Lewis Carroll ha sido adaptada en numerosas ocasiones al cine o teatro, una de las más recientes bajo el ala de Tim Burton, es ese universo generado por la compañía del ratón Mickey el que ha quedado en gran medida en el imaginario popular, una Alicia que, sin embargo, no está sola. 

Son muchas las Alicias que desde que se publicara el libro han ido brotando, todas partiendo de una misma semilla pero floreciendo en distintas versiones que hablan cada una de su tiempo. Y, por supuesto, no podía faltar una que cayera en una madriguera de pantallas, redes sociales y selfies. “Lo que tienen estos clásicos es que siempre, de una manera u otra, están vigentes. Eso hace que siempre se encuentre una motivación para indagar en el texto, para adaptarlo también a este momento y nuestras inquietudes, en este caso trabajando sobre esa idea de madriguera como un universo digital, hablando de esa masificación de pantallas a las que estamos expuestos”. 

Estas palabras las firma la bailarina Paula Sebastián, que pondrá cara y cuerpo a una de las múltiples Alicias que dan forma a la producción ¿Dónde está Alicia?, una reinterpretación en clave flamenca del clásico de Lewis Carroll que se podrá ver a partir del 21 de mayo en el Teatre Principal de València, como parte de la programación del Escalante. Las bailarinas Elena Marava, Lourdes de la Rúa, Rosa Sanz -directora coreográfica junto a Paco Berbel- y Yolanda López completan un elenco que supone la nueva aventura de la compañía valenciana Marea Danza, una aventura a la que no se enfrenta sola, pues supone la tercera colaboración de Marea Danza con la compañía La Teta Calva. 

Esta no es la primera vez que unos y otros juegan a retorcer los límites escénicos de un relato ya existente, algo que ya hicieron con Rebelión, una revisión de Rebelión en la granja de George Orwell que les valió el premio a mejor espectáculo infantil en los galardones del IVC o a mejor vestuario en los Premios Max. Ahora se sumergen en un País de las Maravillas para hablar de la ansiedad digital y el acoso cibernético, de la hiperconexión, el culto al cuerpo o la búsqueda de validación en redes, una reflexión que viene acompañada por una Reina de Corazones transformada en una ‘influencer’ obsesionada con los likes o un gato de Cheshire convertido en una notificación constante. 

“Esta historia tiene personajes muy potentes, muy inspiradores, pero los hemos despojado de la iconografía que los envuelve y los hemos metido en el espectáculo de otra manera”, relata Sebastián. En este sentido, son muchas las Alicias o Reinas de Corazones las que se suben a la escena para hablar de las diferentes situaciones de cada personaje, personajes que habitan un espacio surrealista, casi distópico, y que se integra en los códigos propios de la compañía que, aunque asumiendo algunos elementos de lo urbano, llevan por bandera el trabajo y experimentación desde el flamenco y la danza española. 

Con todo, la semilla de todo siempre está en el texto. “La producción del espectáculo se inicia trabajando únicamente con dramaturgia, con Xavo Giménez y María Cárdenas, con unas primeras sesiones donde nos centramos en los temas que queremos abordar y en las que improvisamos movimientos, no tanto como una coreografía, sino expresando lo que cuenta la escena y cuál es el recorrido”, relata la bailarina. Es gracias a este primer acercamiento, que tiene mucho que ver con lo orgánico, que toma forma un “hilo conductor” que termina de confeccionar una Alicia en el País de las Maravillas en la que todo es posible.

Anudar, su próxima aventura

Con esta producción Marea Danza encara el décimo aniversario de la compañía, una década en la han tejido un estable puente escénico entre el flamenco y la danza española con una mirada contemporánea e interdisciplinar. Las celebraciones, además, saben a futuro. Con ¿Dónde está Alicia? encaran una primera parte del año desde la que ya tienen la mirada puesta en el próximo mes de noviembre, cuando estrenarán su próxima producción, Anudar. 

Se trata de una pieza de calle dirigida por la coreógrafa Sara Cano, con quien ya trabajaron en RODA, una obra que se inspiraba en la tradición alfarera valenciana. Inspirada en la Dansa de les Vetes, uno de los bailes que forman parte de la festividad del Corpus Christi, la propuesta explora el trenzado como símbolo de comunidad, conexión y conflicto, un juego de tensión y sostén que supone un nuevo reto para la compañía.”Estamos muy ilusionadas tanto con resultado como con el proceso. Pisar la calle es algo muy especial, es un regalo para terminar el año”, relata Paula Sebastián.