Mercados

Entrevista a Luis Megías, responsable de BlackRock para Iberia

Megías (BlackRock), sobre la opa de BBVA: "Las decisiones se toman en base a las indicaciones y mandatos de los clientes"

  • Luis Megías.
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VALÈNCIA. Ha pasado ya más de un año y medio desde que Luis Megías se incorporara a BlackRock, la compañía de gestión de activos más grande del planeta en términos de dinero gestionado, como su responsable para el mercado ibérico. En conversación con Plaza, Megías explica que en la actualidad BlackRock tiene 51.000 millones de euros gestionados para clientes españoles, así como que una de las claves de su notable crecimiento en los últimos años reside en hacer que la inversión sea “fácil y accesible para cualquier persona”.

 

Sobre la Comunitat Valenciana, el responsable de BlackRock para Iberia destaca que se está convirtiendo “en un polo de atracción de inversiones” no solo por la parte del sector turístico, sino también por el lado económico. “Percibimos que está en un momento dulce de desarrollo”, constata. En el terreno internacional, Megías comenta que tienen una “visión constructiva” de los mercados porque existen una serie de factores a largo plazo, a los que se refiere como ‘mega fuerzas’, que van a influir sobre la cotización de los mercados financieros. Entre ellas se encontrarían la inteligencia artificial o la transición energética.

 

Por último, sobre los procesos de concentración bancaria que acontecen en España, y concretamente sobre el que podría involucrar a BBVA y Banco Sabadell, dos entidades en las que BlackRock posee posiciones superiores al 6%, Megías explica que no es la compañía como tal quien toma “una decisión única”, sino que dentro de ella hay una amplia gama de fondos de inversión con una serie de intereses de clientes y que, en cada caso concreto, las decisiones “se toman en base a sus indicaciones y mandatos”.

 

- BlackRock es una compañía enorme, pero no muchas personas saben exactamente a qué se dedica. ¿Cómo explicaría su negocio?

 

- BlackRock es una compañía muy joven. Se fundó en 1988 con un objetivo muy sencillo: ayudar a un número de personas cada vez mayor a gestionar y hacer crecer su dinero a lo largo del tiempo, lo que llamamos alcanzar su bienestar financiero. Desde entonces, ha crecido hasta convertirse en la compañía de gestión de activos más grande del mundo en términos de dinero gestionado. La cifra actualizada son 11,5 billones de dólares a nivel mundial, con 21.000 empleados y oficinas en 38 países.

 

¿Cómo lo hace? Facilita a particulares, clientes institucionales y del sector público el a fondos de inversión, que permiten invertir de forma conjunta en activos como acciones, bonos o inversiones alternativas. De esta forma, les ayuda a alcanzar objetivos financieros y personales, como ahorrar para la jubilación, pagar estudios o atender imprevistos.

 

La sede de Madrid se abrió en 1994 y desde allí se dirige el negocio de España, Portugal y Andorra. Somos alrededor de 50 empleados y, a día de hoy, tenemos 51.000 millones de euros de dinero gestionado para clientes españoles, de los que más de 18.000 millones son de clientes minoristas y casi 33.000 millones de clientes institucionales. Tenemos a disposición del mercado español más de 600 fondos de inversión y ETFs.

 

Actuamos como fiduciarios, es decir, el dinero es de nuestros clientes y anteponemos siempre sus intereses a los nuestros a la hora de tomar decisiones de inversión en su nombre. Cualquier persona puede ser un cliente de BlackRock pues se requieren mínimos de inversión para acceder a nuestros fondos realmente bajos.  

 

- ¿De qué manera se asegura BlackRock de que los intereses de sus clientes están bien representados?

 

- Tenemos un equipo de implicación, llamado stewardship en inglés, para asegurarnos de que los intereses de nuestros clientes se ven correctamente representados en los foros de dirección de las compañías en las que invertimos en su nombre, fundamentalmente las juntas de accionistas. Nuestra herramienta principal es el voto. Y nunca influimos en la toma de las decisiones de las compañías donde invertimos, lo único que hacemos, como cualquier accionista, es votar y emitir nuestra opinión en nombre de nuestros clientes.

 

BlackRock cada vez tiene más clientes que confían en él y eso hace que crezca"

 

Otro de los motivos del crecimiento de BlackRock es su compromiso por hacer que la inversión sea fácil y accesible para cualquier persona. Hace no tanto tiempo era difícil invertir en una cotizada, pero hoy es muy sencillo a través de la inversión colectiva.

 

Además, también compartimos nuestra tecnología, que es una parte más desconocida. Cuando la compañía se creó, empezó a invertir para desarrollar sus propios sistemas de gestión. A los pocos años, se planteó el dilema de si se guardaban como ventaja competitiva o si, por el contrario, se compartían y se hacía de ellos una fuente ingresos. Se tomó la segunda decisión y eso fue el origen de Aladdin, que pone a disposición de los clientes los mismos sistemas que utilizamos nosotros para gestionar todo nuestro volumen de inversión. Esta línea de negocio nos permite ingresar más de 1.500 millones de dólares al año y ya es una parte fundamental.

 

- Por el lado de la inversión, en BlackRock se invierte sobre todo a largo plazo.

 

- Somos inversores muy estables, no somos oportunistas en el mercado. No buscamos una rentabilidad fácil y a corto plazo. Si analizamos nuestras inversiones en compañías españolas, se puede ver que mantenemos posiciones muy de largo plazo. Esto no solo beneficia a nuestros clientes, sino que también contribuye al crecimiento de estas empresas, la creación de empleo y el desarrollo económico y social de los países en los que estamos presentes.

 

Este impacto contribuye a lo que llamamos el ‘círculo virtuoso’: cuanto mayor es el mercado de capitales de un país, mayor es su desarrollo económico y es más resiliente cuando vienen épocas de crisis financieras. Nuestra misión es ayudar a los clientes españoles a tener a estos mercados de manera eficiente, poniendo a trabajar su dinero de la mejor forma posible.

 

- ¿Cómo está repartida la inversión de BlackRock en España?

 

- A día de hoy invertimos en España casi 72.000 millones de euros aproximadamente, de los que alrededor de 38.000 millones están en acciones de compañías españolas cotizadas. También hay más de 19.000 millones invertidos en deuda pública española y otros 12.000 millones en bonos corporativos, es decir, deuda emitida por empresas privadas. Además, cada vez tenemos más inversión en otros activos no cotizados, con unos 1.700 millones de euros invertidos. Esto nos convierte en uno de los mayores inversores de la economía española, contribuyendo a su financiación.

 

También contribuimos con actividades de sesgo social, apoyando iniciativas locales, de educación financiera en colegios o, de manera más puntual, de voluntariado. La última reciente fue precisamente con la Dana. Propusimos a la oficina central de Nueva York una donación importante como ayuda urgente en los primeros días que, en menos de veinticuatro horas, fue aprobada y ejecutada.  

 

- ¿Cuáles son los planes de la compañía para los próximos años? ¿Se quiere potenciar algún segmento en especial?

 

- BlackRock es una compañía que piensa siempre a muy largo plazo. Nuestro principal objetivo es seguir creciendo de la forma que he explicado antes: queremos ayudar a más inversores españoles a acceder a los mercados capitales y, así, a la consecución de sus objetivos financieros.

 

Por otro lado, la pata tecnológica se está desarrollando también de forma muy rápida. Son públicos algunos de los clientes que ya han contratado la tecnología de Aladdin. El Grupo Santander ya la tiene en todas sus gestoras, también en Latinoamérica, CaixaBank lo anunció hace unos meses para toda su banca privada y hace muy poco anunciamos la primera compañía de seguros española, que es Mapfre. Hay mucha demanda y pensamos que esto va a crecer en los próximos años.

 

- ¿Cómo se percibe la Comunitat Valenciana como lugar para invertir?

 

- Justo veníamos leyendo una noticia sobre que la Comunidad Valenciana es una de las tres autonomías con mayor previsión de crecimiento del PIB, por encima del 3%. Eso no es más que una constatación de la realidad que se ve. En los últimos años está teniendo un despunte económico muy relevante, y se está convirtiendo en un polo de atracción de inversiones. No solo por parte del sector turístico, sino también por el económico. Percibimos que está en un momento dulce de desarrollo y de crecimiento económico.

 

- Tanto a nivel español como global, en los últimos años les ha ido muy bien a los fondos de inversión más grandes. ¿Hay cada vez más concentración?

 

- Depende de la zona geográfica, y no necesariamente se ha producido un ejercicio de concentración, sino que algunas gestoras han crecido más que otras, y desde luego una de ellas es BlackRock. En nuestro caso, creemos que el factor clave es la relación con el cliente. Si de verdad antepones los intereses de tu cliente a los tuyos, te lo recompensan con confianza y fidelidad a largo plazo. BlackRock aplica esta premisa muy bien, y eso explica su crecimiento. En el mundo de la inversión, la reputación lo es todo, y creemos que este punto ha sido clave para atraer cada vez más clientes. No hay más secreto.

 

- Hablando también de concentración, ¿qué valoración se hace de la concentración bancaria en España y de los procesos en marcha? En el caso de la opa de BBVA a Banco Sabadell, BlackRock cuenta con posiciones en ambas entidades.

 

- Ese proceso de concentración responderá, en mayor o menor medida, a las decisiones de los actores del sector, que son las entidades financieras. Dentro de los distintos movimientos de concentración, quien tome la decisión dentro de BlackRock -decisión que se tomará en nombre de nuestros clientes- lo podrá hacer en cualquier sentido, ya sea a favor o en contra. Es importante resaltar que no es BlackRock como entidad quien toma una decisión única, ya que dentro de la propia compañía hay una amplia gama de fondos de inversión y que cada uno de ellos tiene detrás una serie de intereses de sus clientes, por lo que las decisiones se toman en base a sus indicaciones y mandatos.

 

  • Foto: EVA MÁÑEZ

 

- Sobre la situación financiera y económica global, ¿qué perspectivas se tienen para los mercados de cara a los próximos meses?

 

- Tenemos una visión constructiva. Es la palabra que utilizamos para las inversiones porque creemos que el ciclo económico en el que estamos no es tradicional. Hay una serie de factores a largo plazo, a los que llamamos ‘mega fuerzas’, que influyen sobre la cotización de los mercados financieros. ¿Cuáles son? El primero de ellos, la inteligencia artificial, que va a actuar como catalizador de un montón de transformaciones en muchos sectores. El segundo es la transición energética hacia una economía de emisiones cero, descarbonizada, que a nivel global va a requerir de una inversión enorme.

 

El tercer punto es el envejecimiento de la población, que tiene un claro impacto en el mercado laboral, podría limitar la capacidad de producción y, en consecuencia, el crecimiento económico en algunas zonas del planeta. El cuarto es la fragmentación geopolítica y, por último, el quinto es un mayor desarrollo de los mercados de capitales a nivel global. Estas cinco ‘mega fuerzas’ hacen que, más allá de la volatilidad propia de los mercados, veamos un desarrollo importante de los mercados financieros en los próximos años.

 

- ¿Cómo evolucionará la inflación?

 

Por áreas geográficas, en Estados Unidos es posible que la inflación sea más persistente de lo que pueda estar esperando el mercado. La mayoría de las ‘mega fuerzas’ que he comentado antes son inflacionistas y, como sabemos, las medidas de Trump de control de aranceles y anti-inmigración lo son también. Pero, por otro lado, ya hemos hablado de los factores positivos que aportan estas ‘mega fuerzas’, así que seguimos pensando que en el medio y largo plazo todo esto va a ser positivo.

 

En Europa, que iba un poco retrasada respecto a Estados Unidos en cotizaciones y en crecimiento, vemos cómo el mercado está cerrando un poco esa brecha, por lo menos en este arranque de año. Desde una posición de inicio más negativa, Europa, aunque solo sea por la valoración a la cual estaba cotizando, se va a unas posiciones más de neutralidad, e incluso levemente positivas.

 

Con lo cual, somos positivos, constructivos, en los mercados financieros por la parte de la renta variable, y en la parte de la renta fija, cautos sobre todo en Estados Unidos porque creemos que todo lo anterior efectivamente puede traer más inflación de lo que mucha gente podría estar esperando.

 

- ¿Qué previsiones se hacen respecto a los tipos de interés?

 

- Por zonas geográficas, lo que ha compartido la FED, rebajando sus expectativas de bajadas de tipos en Estados Unidos, refrenda la visión que tenemos en BlackRock de que el mercado estaba teniendo una lectura más optimista sobre los datos de inflación y, en consecuencia, de futuras bajadas de tipos. Pensamos que puede quedar alguna bajada, pero no al ritmo y a la velocidad a la que estaban descontando los mercados.

 

Se está creando una industria nueva en torno a la IA, estamos solo al principio"

 

Y en Europa, sin embargo, la situación es algo diferente. El momento económico es distinto, sobre todo en las economías del centro de Europa, con crecimientos muchísimo más modestos que nos llevan a pensar que podemos ver bajadas adicionales por parte del Banco Central Europeo. ¿Cuánto y cómo? Lo iremos viendo según vayamos conociendo los nuevos datos de crecimiento y de inflación.

 

Me gusta resaltar, más allá de intentar acertar con los tipos de interés, que hace muy poco estábamos preguntándonos cuánto y cuándo iban a subir, y de lo que hablamos ahora es de cuánto y cuándo van a seguir bajando. Eso ya te indica en qué momento del ciclo estamos. Las bajadas de tipos son positivas para los mercados financieros, tanto para la liquidez como para la renta fija. Creo que intentar acertar en un horizonte corto de tiempo en estos datos no es la forma correcta de acercarse a los mercados financieros.

 

- ¿Se detectan desde BlackRock oportunidades de inversión en estos años que antes no estaban sobre la mesa como, por ejemplo, la inteligencia artificial?

 

- Siempre hay oportunidades de inversión. La gran revolución a la que estamos asistiendo es la inteligencia artificial, que traerá inversiones importantísimas en los próximos años, en toda la infraestructura a desarrollar para que se pueda democratizar y explotar a la escala que va a necesitar el mundo. Cuando hablo de infraestructura, por supuesto están los data centers, que tienen que ser alimentados con energía. Si esta energía además es limpia, se necesita inversión en el sector y en su infraestructura asociada, y una red de conexión tanto para los datos como para la energía que lleva a una demanda de profesionales específicos que no existían antes. Se está creando una industria nueva, y pensamos que estamos solo al principio de lo que está por venir. 

 

En esta parte de desarrollo de infraestructura, BlackRock tiene una apuesta muy decidida. El año pasado adquirimos Global Infrastructure Partners (GIP), una de las gestoras más grandes del mundo en infraestructuras, justo para atender lo que creemos que en las próximas décadas va a ser una demanda muy grande de necesidades de inversión en el sector, y que por otro lado pensamos que representa una oportunidad de inversión muy relevante. De nuevo, lo que queremos hacer es ofrecer esas oportunidades a nuestros clientes y ayudar desde el mercado de capitales a contribuir a la financiación de todo este desarrollo de infraestructuras.

 

Cuando hablamos de infraestructuras, estamos hablando de la inteligencia artificial, pero hay mucho más. Las infraestructuras tradicionales de transportes, puertos, aeropuertos, carreteras, van a crecer enormemente. Incluso en las infraestructuras que ya nos parece que son viejas, como centros de datos, redes, telefonía, etc. va a ser necesario invertir de forma intensa. La inversión en infraestructuras creemos que es uno de los grandes asuntos no para el año que viene, sino para las próximas décadas.

 

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