VALÈNCIA. La riada que descendió por el barranco del Poyo la noche del 29 de octubre arrasó con todo a su paso. La violencia del agua provocó el colapso de pasarelas y puentes a su paso por los términos municipales de Picanya y Paiporta, en la comarca de l'Horta Sud, donde estas infraestructuras quedaron completamente destruidas por la intensidad del caudal, desde el que primera hora de la tarde ya bajaba agua.

Las imágenes de pasarelas peatonales y puentes colapsados fueron las primeras en difundirse masivamente entre los vecinos de l’Horta Sud. En los municipios donde el agua aún no había llegado, muchos comenzaron a tomar conciencia de la magnitud del temporal a través de vídeos compartidos en redes sociales. Uno de los más impactantes fue el que mostraba el derrumbe de una pasarela en Picanya, que sorprendió por la violencia del agua y anticipó el alcance de los daños.

Siete meses después de la riada, las cicatrices del barranco del Poyo siguen siendo visibles. En Picanya el agua se llevó por delante dos pasarelas peatonales clave para la conexión del municipio. A día de hoy las obras de reconstrucción avanzan a buen ritmo, según aseguraron el pasado miércoles, la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé, y el alcalde de Picanya, Josep Almenar, que recorrieron el entorno afectado.

Las pasarelas deberían estar listas en octubre

Para su restitución, el Gobierno de España ha destinado una inversión de 6,3 millones de euros, para las dos pasarelas de Picanya y una de Paiporta. En Picanya las afectadas han sido la de Poeta Ángel González y la de María Cambrils a las que se han destinado más de 2 millones de euros y cerca de 1,9 millones de euros, respectivamente. En Paiporta, colapsó la pasarela de la calle del Convent que ha contado una inversión para su reparación de cerca de 1,7 millones.

En una visita realizada el pasado mes de marzo, el ministro de Transportes, Óscar Puente, y el director general de Carreteras, Juan Pedro Palomino, anunciaron que las obras de reconstrucción de las pasarelas podrían completarse en un plazo estimado de siete meses. Si se cumplen los tiempos previstos, y teniendo en cuenta que ya han transcurrido abril, mayo y buena parte de junio, la finalización de los trabajos se situaría en torno al mes de octubre.

Ensanchamiento del barranco

Además de la reposición de las pasarelas, el proyecto incluye una modificación relevante en la propia configuración del barranco del Poyo. Según ha podido saber el periódico Las Provincias, el cauce será ensanchado en uno de los puntos críticos de su trazado, justo antes de la pasarela provisional instalada por el Ejército tras las inundaciones.

El alcalde de Picanya, Josep Almenar, confirmó a ese diario que se eliminará un estrechamiento del cauce —un saliente visible a simple vista— que actúa como cuello de botella en caso de fuertes avenidas. “Eso va fuera; será más ancho”, explicó en referencia a la zona próxima a la avenida Ricardo Capella y la calle La Senyera, en la margen derecha del barranco. Además, ya se están preparando las escolleras que garantizarán la seguridad de los taludes.

¿Cómo serán las nuevas pasarelas?

Los anteproyectos de las tres nuevas pasarelas plantean una estructura similar para todas ellas, aunque adaptada a las características concretas del terreno y del entorno urbano en cada punto. Están pensadas para un uso compartido entre peatones y ciclistas, por lo que su diseño sigue las recomendaciones de movilidad sostenible marcadas por la Dirección General de Carreteras.

Cada pasarela contará con una plataforma de cinco metros de ancho —algo más de lo estrictamente necesario— para garantizar una circulación cómoda y segura. También se instalará iluminación LED integrada bajo los pasamanos y balizas en el centro del paso para separar visualmente las zonas peatonal y ciclista.