VALÈNCIA. El Ayuntamiento de Gandia y la Generalitat Valenciana avanzan en la tramitación de un plan especial para proteger el Castillo de Bairén, declarado Bien de Interés Cultural (BIC), y su entorno. El proyecto, iniciado en 2022, se fija como objetivo evitar que esta antigua fortaleza islámica quede afectada por construcciones o usos que alteren su paisaje y valor histórico.

Así, el informe presentado por ambas istraciones delimita una amplia zona de protección de más de medio millón de metros cuadrados, en suelo no urbanizable. Las primeras reacciones críticas al proyecto vienen del Ministerio de Transportes, que rechaza que parte del trazado de la carretera N-332 esté dentro de esa área. 

El Castillo de Bairén, también conocido como Castillo de San Juan, se construyó entre los siglos X y XIII. Se sitúa en lo alto de un monte junto a la marjal de la Safor, en un entorno natural de gran valor para la comarca. Pese a que cuenta con la denominación de BIC, hasta el momento no existía un plan urbanístico que determinara qué se puede hacer y qué no. Por eso, este documento busca cubrir ese vacío y establecer unas normas claras para preservar tanto el monumento como el paisaje que lo rodea.

El Ministerio de Transportes se opone al plan

La propuesta parte del Ayuntamiento de Gandia, que quiere reforzar la protección del castillo con apoyo de la Generalitat. El plan define qué usos están permitidos en la zona, como senderos para practicar deporte o áreas verdes públicas, y cuáles no. También regula posibles intervenciones en el futuro, obliga a conservar las vistas hacia el castillo y su silueta desde la distancia, así como protege los restos arqueológicos del entorno.

No se prevén construcciones nuevas, ni se modifica el uso del suelo, que seguirá siendo no urbanizable y "forestal o agrícola en su mayoría". Sin embargo, el proyecto ha recibido un informe negativo por parte del Ministerio de Transportes. El motivo que alega es que la carretera nacional N-332 atraviesa una de las parcelas incluidas en la zona de protección.

Según el órgano estatal, esa franja forma parte del dominio público viario, por lo que "no puede quedar sujeta a normas urbanísticas que limiten su uso". Además, el Ministerio advierte que el plan podría interferir en un proyecto ya aprobado con anterioridad para duplicar un tramo de esa vía, por lo que exige que esa parcela quede fuera del plan especial.

En la misma línea, el departamento que dirige Óscar Puente cuestiona algunas medidas propuestas en el documento, como la regulación del paisajismo en los taludes de la carretera o las limitaciones a la señalización.

Por otra parte, recuerda que en una vía estatal prima la seguridad del tráfico, por lo que los elementos como barreras de protección o señales no pueden estar condicionados por criterios estéticos. Con todo, el Ministerio considera que el plan, tal y como está redactado, entra en conflicto con las competencias estatales y con la funcionalidad de la carretera.

Una herramienta clave para recuperar el patrimonio 

A pesar de este obstáculo, el plan cuenta con el respaldo de la Conselleria de Medio Ambiente, que ya ha emitido un informe ambiental favorable, publicado este lunes en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV). Según este documento, el proyecto no genera impactos negativos en el entorno, ya que no plantea urbanizar ni consumir nuevos recursos. 

Aun así, se han incluido medidas para corregir algunos elementos visuales, como la presencia de líneas eléctricas, y se recuerda que cualquier actuación concreta en el futuro deberá cumplir con toda la normativa vigente.

Desde el Ayuntamiento de Gandia, se defiende que el plan es una herramienta clave para proteger el castillo y su entorno, que permitirá "revalorizar un espacio de gran importancia histórica, cultural y natural para la ciudad". El consistorio insiste en que no se trata de frenar el desarrollo, sino de ordenar y preservar un paisaje que se había quedado sin cobertura legal.