VALÈNCIA. El Ayuntamiento de Picanya ha decidido suspender cualquier licencia de obra, edificación o cambio de uso en las calles Almassereta y Baixada Realenc, las mismas que, el pasado 29 de octubre, quedaron anegadas hasta cuatro metros de altura durante la Dana que sacudió la provincia de Valencia. La medida, publicada este viernes en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV), pretende ganar tiempo para rediseñar un planeamiento urbano que haga frente a futuros episodios de lluvias intensas.
La suspensión será efectiva durante un máximo de dos años. Por tanto, si en mayo de 2026 el nuevo plan urbanístico de Picanya no ha salido a exposición pública, la medida se anulará de forma automática. En cambio, si para entonces ya se encuentra en esa fase, la prohibición continuará vigente hasta completar los 24 meses previstos. Una vez concluido el plazo, la misma restricción no podrá repetirse en esa zona antes de cinco años.
Cabe recordar que, durante el bloqueo a nuevas licencias de obras, edificación o cambios de uso, solo se autorizarán reparaciones compatibles con la normativa actual, así como con la que se está redactando. No obstante, el consistorio podrá aceptar detalles menores, como acabados o retranqueos, para que los vecinos y vecinas puedan acometer areglos urgentes sin chocar con el futuro plan urbanístico.
El pleno municipal del pasado 15 de mayo dio luz verde a esta iniciativa, con la abstención de Compromís y el Partido Popular (PP) frente al respaldo del resto de las fuerzas políticas (PSPV y Vox), después de los técnicos defendieran la "prudencia" como única vía para no hipotecar el futuro diseño del barrio. Además, el expediente subraya el carácter "cautelar" de una medida, cuya urgencia se justifica en un dato topográfico.

- Una persona cruza el barranco del Poyo en Picanya hacia la calle Almassereta, afectada por la Dana. -
- Foto: ROBER SOLSONA/EP
Las calles Almassereta y Baixada Realenc se asientan sobre la cota más baja de Picanya y, en consecuencia, actúan como embudo natural cuando el agua se desborda. Esa depresión, que el 29 de octubre quedó completamente anegada por su extrema cercanía al barranco del Poyo, las convierte en el punto del municipio más vulnerable ante cualquier episodio de lluvias.
Fuera de ese corredor inundable, Picanya sigue adelante con otros proyectos. La Conselleria de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio emitió este miércoles un informe ambiental favorable para ampliar el polideportivo municipal y habilitar suelo para que la cooperativa de educación Escola Gavina también pueda crecer. Ambas actuaciones avanzan sin verse afectadas por la moratoria, ya que se sitúan en zonas sin riesgo de avenidas.
Para los residentes de Almassereta y Baixada Realenc, la decisión adoptada por el Ayuntamiento de Picanya supone aplazar obras de envergadura a cambio de una futura ordenación urbana pensada para convivir con la lluvia. El consistorio, que lidera el socialista Josep Almenar, confía en que esta pausa sirva para construir un barrio más seguro y devolver la tranquilidad a quienes aún miran con recelo cada vez que se forman nubes sobre la comarca de l'Horta Sud.