VALÈNCIA. Este miércoles tendrá lugar en Madrid la reunión, probablemente decisiva, entre representantes de Sumar y Compromís para replantear la relación entre ambas formaciones después de los últimos días de tensión que han conducido a la coalición valencianista a un proceso de reflexión en el que se contempla la ruptura del acuerdo que mantienen con el partido que tiene a Yolanda Díaz como su cara más visible.
Así, la ejecutiva de Compromís celebrada el lunes arrojó un acuerdo entre las tres patas de esta formación, Més, Iniciativa y Verds, dirigido a reevaluar el actual pacto y exigir una autonomía plena dentro del grupo de Sumar, lo que podría traducirse en un ultimátum.
En cuanto a las condiciones concretas, desde la coalición insisten en mantenerse firmes en el asunto que ha causado la última grieta en la relación: el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, debe comparecer en la comisión de investigación de la Dana, algo que eludió Sumar y provocó el enfado de Compromís.
Pero el malestar no sólo proviene de esta cuestión. A lo largo de estos casi dos años de legislatura se han producido reivindicaciones fundamentales para la agenda valenciana que han caído en saco roto, como por ejemplo la ampliación del Puerto de Valencia o la reforma del sistema de financiación.
De esta manera, las fuentes de la coalición consultadas por este diario subrayan que el encuentro con Sumar no se limitará a la situación puntual respecto a la comisión de investigación de la Dana, sino a también a estas -y otras- reivindicaciones de la agenda valenciana que no han prosperado.
En este sentido, la posición de Compromís se dirige a que se pase a funcionar en el grupo parlamentario del Congreso de forma "confederal": o lo que es lo mismo, plena autonomía política en las cuestiones que tengan relación con la Comunitat, capacidad de preguntar e interpelar al Gobierno en las sesiones de control y capacidad para negociar directamente con el Ejecutivo y otros grupos parlamentarios en los asuntos que afecten al territorio valenciana. Así pues, tal y como puntualizan algunas de las fuentes consultadas, eso no se limita exclusivamente a asuntos que afecten directamente a la Comunitat, sino también a otros que puedan influir colateralmente, lo que amplía notablemente el abanico de temas.
Unas exigencias que no parecen fáciles de aceptar para Sumar que, en caso de rechazo, sólo le quedará enseñar el camino del grupo mixto a Compromís, algo que la coalición, así lo aseguran las citadas fuentes, no tendrían problemas en asumir. De hecho, dentro de la formación valencianista, los de Més ya mostraban estos días su intención de marcharse sin conceder una última oportunidad, algo que chocaba con Iniciativa, más proclive a seguir con el acuerdo o, en su defecto, insistir en buscar el diálogo.
Sumar confía en llegar a un acuerdo para advierte que cualquier cambio debe aprobarse "por mayoría"
Por su parte, la portavoz de Sumar en el Congreso, Verónica Martínez Barbero, mostró este martes su confianza en alcanzar un acuerdo que sea "confortable" para Compromís, aunque defendió el funcionamiento del grupo parlamentario y que cualquier cambio que se proponga del mismo se debe adoptar "por mayoría".
En esta línea, fuentes del grupo parlamentario recalcaron a Europa Press que durante esta semana habían ofrecido multitud de propuestas a Compromís para llegar a un acuerdo, además de subrayar su deseo de ver por escrito las demandas que la coalición valencianista y recordar que se ha concedido libertad de voto en algunos casos dentro del grupo.
A su vez, señalaron que para Compromís es menos provechoso para sus objetivos políticos pasarse al grupo mixto, dado que dentro de Sumar tienen más capacidad de influencia y también sacan rédito de la acción del Gobierno.
Otras fuentes del grupo lamentan el tono empleado por la portavoz de Compromís, al ver innecesario hablar de mal funcionamiento del grupo que opera de forma razonable en las relaciones que mantienen los diferentes partidos. Creen que esta crisis ha dado una mala imagen del partido valenciano y que en la comparecencia de hoy hay mucho de sobreactuación.
También ven razones políticas de fondo en el afán de Més de potenciar el perfil más soberanista, emulando al BNG, y que eso puede torpedear alianzas con la izquierda estatal en Valencia, como puede ser el caso de IU.
