VALÈNCIA. Giro inesperado en la cúpula de Grupo Ribera. Este jueves, la compañía -cuyo accionista mayoritario es el grupo francés Vivalto Santé- comunicaba una reestructuración del consejo de istración y daba a conocer el cese fulminante de su presidente, Alberto de Rosa, quien fuera su impulsor al calor de las concesiones sanitarias en la Comunitat Valenciana. También de su CEO, Elisa Tarazona, quien entró en la dirección de la compañía en 2020 tras liderar operaciones y proyectos.
Fue en 2022 cuando el grupo francés llegaba a un acuerdo con la multinacional norteamericana Centene Corporation para adquirir el grupo sanitario valenciano junto a cuatro directivos valencianos, entre ellos De Rosa, Tarazona y el nuevo CEO provisional, Pablo Gallart. Vivalto Santé es el tercer grupo privado sanitario francés, propiedad del fondo Vivalto Partners, impulsado en 2021 por el fundador de la empresa, Daniel Caille, para realizar inversiones en el sector sanitario y sociosanitario. Aunque el 75% es del grupo francés, quien también compró su parte a Banc Sabadell, la gestión continuó en manos del equipo valenciano que lo venía capitaneando.
Según señalaba el comunicado, que fue mandado desde una agencia y no desde el equipo de comunicación del grupo, este movimiento ha sido enmarcado dentro de un plan que tiene como objetivo apostar por el mercado español. Esta habría sido la principal discrepancia entre los dos directivos y el grupo francés, cuya visión de Grupo Ribera es la de una filial, frente a la propuesta de expansión internacional planteada por De Rosa y Tarazona, quienes han cerrado proyectos en Eslovaquia, República Checa o Portugal, entre otros países. De hecho, la propia Tarazona apuntaba la semana pasada su intención de expandirse a un nuevo país europeo y que fuentes de la compañía enmarcaban en centro Europa.
Grupo Ribera ya está presente en siete comunidades autónomas y gestiona 15 hospitales, más de 60 policlínicas y 14 centros de Atención Primaria en la Comunidad Valenciana, Madrid, Región de Murcia, Galicia, Asturias, Aragón y Extremadura. A nivel internacional gestiona el hospital de Cascais en Portugal, un hospital de cirugía bariátrica en Praga y cuenta con centros de alta especialización en diagnóstico por la imagen en Eslovaquia, entre otros proyectos. Una expansión internacional que, por el momento, podría haber llegado su fin.
En este choque de pareceres, Pablo Gallart, antigua mano derecha de De Rosa, se puso del lado de los socios ses, lo que explica que no solo haya sobrevivido a la criba sino que haya sido colocado provisionalmente al frente de la compañía.
Tras los cambios de este 22 de mayo, Emmanuel de Ge, consejero delegado del Grupo Vivalto Santé, asume de forma interina la presidencia del consejo de istración de Ribera Salud y Pablo Gallart, actual consejero ejecutivo de Finanzas y Creación de Valor, ocupa también de forma interina el cargo de consejero delegado de la filial española. Desde el grupo rehusaron aportar información adicional, más allá de confirmar que se trataba de un cese.

- Pablo Gallar, CEO interino de Grupo Ribera. -
- Foto: EVA MÁÑEZ
Los apuntes que Vivaltó Santé dejaba en su comunicación alumbran acerca de la mayor integración que quieren hacer de la compañía en el grupo, al señalar que "apostará por nueva estructura de gobierno para reforzar las sinergias y el alineamiento estratégico" con la cultura corporativa del grupo francés. "Tenemos una gran confianza en los equipos de Ribera Salud y en su capacidad para continuar su labor de ofrecer una atención de alta calidad a los pacientes, con un espíritu de compromiso colectivo como siempre han hecho", afirmaba De Ge.
La decisión de cesar a De Rosa y Tarazona llega una semana antes de que la Conselleria de Sanidad firme la prórroga de la concesión del Departamento de Salud Elx-Vinalopó con el grupo por otros cinco años. El ya ex presidente de la firma fue impulsor y defensor del modelo de concesión público privada, que tan solo se ha mantenido en este centro por empeño de su dirección tras las reversiones de La Ribera, Torrevieja, Dénia y Manises.
Para la prórroga se comprometió una inversion de más de 50 millones de euros con compromisos como la construcción de un nuevo centro de salud en Crevillent y la ampliación del Hospital del Vinalopó con entre 70 y 100 camas adicionales.