ALICANTE. Esther Sánchez Almodóvar es doctora en Geografía. Actualmente es profesora sustituta en el departamento del Análisis Geográfico Regional y Geografía Física de la Universidad de Alicante. Máster en Profesorado de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato, Formación Profesional y Enseñanza de Idiomas (2021), Máster en Planificación y Gestión de Riesgos Naturales (2018), Graduada en Geografía y Ordenación del Territorio (2017) por la UA, Sánchez ha sido becaria predoctoral (FPU) en el Laboratorio de Climatología del Instituto Interuniversitario de Geografía en la Universidad de Alicante, desde enero 2020 hasta mayo de 2023, donde ha desarrollado su tesis doctoral Experiencias de gestión del riesgo de inundación: acciones desde la adaptación y resiliencia al cambio climático en la provincia de Alicante, que ha sido premiada por el Consejo Económico y Social de la Comunitat Valenciana y por la Cátedra de Cambio Climático de la UPV. En la actualidad, centra su investigación en varias temáticas geográficas como el estudio del proceso actual de cambio climático, la climatología aplicada en el análisis temporal y espacial de eventos extremos y los patrones sinópticos más recurrentes en su desarrollo; los riesgos naturales con el análisis-diagnóstico de eventos de inundación; el estudio de la gestión de recursos hídricos no convencionales y el aprovechamiento conjunto de aguas residuales y pluviales. Alicante Plaza ha mantenido una conversación con ella para conocer su diagnóstico actual sobre el cambio climático y los efectos de la Dana de Valencia.
-¿Qué aborda en su tesis?
-La tesis doctoral aborda las experiencias de gestión del riesgo de inundación en diferentes casos de estudio en la provincia de Alicante, desde la perspectiva de la adaptación y resiliencia frente al cambio climático. Para ello, se estudian los eventos meteorológicos extremos de precipitación y sus efectos, se analizan medidas de adaptación implementadas en áreas urbanas, resaltando la importancia de las estrategias sostenibles como los Sistemas Urbanos de Drenaje Sostenible (SUDS) y las Soluciones Basadas en la Naturaleza (SbN) para mitigar el impacto de las inundaciones en áreas urbanas, y se plantea la educación y la divulgación científica como instrumento clave para fomentar la resiliencia social ante los efectos del cambio climático.
"Lamentablemente no he recibido interés por parte de políticos o técnicos por mi tesis, que ha logrado cuatro distinciones"
-Ha recibido ya varias distinciones. ¿Algún político o técnico se ha interesado por ella"
-Nos quejamos de que llueve poco, y cuando llueve, lo hace en grandes cantidades ¿Qué se puede hacer con ese agua?
-Cuando llueve de manera torrencial, el agua que cae en grandes cantidades puede representar tanto un riesgo como una oportunidad, dependiendo de si estamos preparados y contamos con la infraestructura adecuada. Si gestionamos correctamente esta agua, podemos convertirla en un recurso valioso para múltiples usos. Lo primero es asegurarnos de que disponemos de sistemas eficaces para recoger y almacenar el agua de lluvia. Infraestructuras como parques inundables, balsas laminadas y estanques artificiales pueden servir para retener temporalmente el agua y evitar inundaciones. Una vez almacenada, esta agua puede ser tratada y reintegrada al ciclo hídrico urbano, para su uso en riego de espacios públicos, limpieza urbana o incluso como agua potable tras un proceso de potabilización. Además, esta agua representa una oportunidad para la actividad agrícola, especialmente en regiones como la Vega Baja, donde el agua es un recurso crucial. Sistemas como las balsas de almacenamiento agrícola pueden garantizar el suministro en épocas de sequía, ayudando a optimizar el uso de un recurso que suele ser escaso. Por tanto, aunque las lluvias torrenciales son un desafío, con planificación y buenas infraestructuras, es posible transformar estos episodios en una fuente sostenible de agua, contribuyendo tanto a la seguridad hídrica como al desarrollo de las actividades urbanas y agrícolas.