MURCIA. La tarde adquiere un tono azul en la Plaza de los Apóstoles. La plaza que custodia la puerta gótica de la Catedral y su Torre Gallarda "se convierte en la Plaza Mayor de Murcia" -en palabras de José Ballesta-, rodeada de banderas azulonas del PP. Pasadas las ocho y diez, y tras protagonizar un acto con 150 jóvenes afiliados en la capital del Segura, irrumpe Alberto Núñez Feijóo, inmerso en una gira por todo el país con vistas al congreso nacional que su partido celebrará en julio. Con atuendo informal, vaqueros y camisa blanca sin chaqueta, el líder nacional de los populares saluda a toda la concurrencia a su paso por la plaza. "Presidente, presidente", le aclaman. Él aza la mano, saluda, abraza, besa y posa con selfies mientras se encamina hacia el atril. Le escoltan Fernando López Miras, José Miguel Luengo y Ballesta. El público, entregado, está formado por los fieles populares, entre diputados, consejeros del Gobierno regional, numerosos alcaldes y, sobre todo, más de un centenar de militantes procedentes de toda la Región.

Ballesta, el anfitrión, le da la bienvenida. "En momentos de confusión, necesitamos liderazgos sólidos como el tuyo", le piropea. El alcalde de Murcia entona la crítica conta el Gobierno de España, el tema que dominará el mitin. Carga conta la "arrogancia" del Ejecutivo central y lamenta que "la dignidad" se pierda "por un miserable puñado de votos". Reivindica que el PP "no es un partido de perdedores que gobierna desde la minoría" y le augura a Feijóo que los murcianos "le ayudarán para ganar" antes de deshacerse en elogios hacia su jefe de filas. El propio Feijóo, en su inicio, se lo agradece después: "Además de alcalde, profesor y amigo, eres un magnífico presentador: nunca me han presentado mejor; por eso te voy a pedir que vengas conmigo por toda España para que me presentes".

Mensajes para Carlos Alcaraz, "el murciano más querido"

En su arranque, el dirigente gallego agradece la hospitalidad murciana y confiesa que "la Región de Murcia no falla nunca": "Ni a mí, ni al PP ni a España". Feijóo se acuerda de Carlos Alcaraz, el flamante ganador de Roland Garros y a quien califica como el murciano más querido "pese a los intentos de López Miras": "Alcaraz es patrimonio mundial; cuidadlo, disfrutadlo y presumid de él", exhorta. También dedica palabras para el líder regional del PP, "el decano de los presidentes autonómicos y el más joven de España" (López Miras asumió la Presidencia en 2017 con 33 años y desbancó al propio Feijóo en 2022 como el mandatario más longevo cuando dejó Galicia para embarcarse en Génova). "Eres un ejemplo y me siento muy orgulloso de ser tu compañero", le elogia. "Y todo el partido te valora y te apoya". Miras, de hecho, ejercerá un papel destacado en el cónclave de julio, pues será uno de los encargados de la Ponencia de Estatutos del PP.

Dichas las referencias obligadas, Feijóo centra su discurso en su gran misión: el choque, sin tregua ni cartel, contra Pedro Sánchez, a quien no escatima en calificativos gruesos. Desde “corrupción, cloacas y ciénega” hasta “una trinchera para negocios de familia, amigos y socios” pasando por “un Ejecutivo en descomposición” que gobierna ante “una mayoría que se avergüenza de la desvergüenza". Le reta a pedir perdón “por la pandilla que lidera” y le pide que convoque elecciones: “Que ponga las urnas y después se vaya”, exclama, pues, a su juicio, “España necesita un proyecto nacional y no alguien que no para de desguazarla y se aprovecha de ella”.

Feijóo considera que “España merece un Gobierno decente” y sostiene que “ningún primer ministro podría seguir al frente del país” tras la retahíla de noticias conocidas “en las últimas 48 horas”, con la imputación del fiscal general “por cumplir órdenes de Presidencia”, la Comisión Europea afeando la amnistía, un juez juzgando al hermano del presidente y la Guardia Civil entrando en el domicilio de José Luis Ábalos. “No se pueden despachar los escándalos con la misma soberbia que trata a sus ministros”, recrimina, mientras apostilla: “Es un Gobierno atemorizada por el siguiente auto judicial, el siguiente whatsapp o el siguiente imputado…. Todo se sabrá, todos caerán, porque España es un estado de Derecho”. Y lanza una arenga: “No vamos a parar para que devuelvan a Sánchez de donde salió…: detrás de una cortina en su partido manipulando la urna”.

Resuelto el dibujo del Gobierno, Feijóo puso encima de la mesa uno de los temas candentes de la Región: el agua, con el futuro recorte del Trasvase en la mente de muchos murcianos. El presidente del PP no mencionó el acueducto del Tajo-Segura más que para afear la actitud del Gobierno “para dividir” según el territorio que pise, pero sí se comprometió a presentar un plan nacional del agua “en los primeros meses”, si llega al Gobierno. “El agua es de todos”, proclamó, tal vez sabiendo -o tal vez no- que hablaba muy cerca del lugar donde se colocó esa pancarta durante muchos años. “Tendré visión de Estado para encontrar una solución adecuada y habrá agua para todos”, enfatizó.

También trató otros asuntos: la vivienda, con mención especial a la ocupación y a los arrendadores; la inmigración irregular, “porque vamos a controlarla, ya que lo irregular no puede suponer más derechos”. E igualmente se refirió al acuerdo con Gibraltar, que dijo conocer por un teletipo. “Veremos cómo queda la soberanía nacional”. Volvió a disparar contra el Gobierno: “La decadencia empieza cuando la mentira vence a la verdad”. E incluso se acordó de nuevo de Alcaraz: “Vamos 4-0 (según su recuento de victorias en elecciones europeas, nacionales, autonómicas y municipales), pero Sánchez dice que gana; menos mal que no juega a Roland Garros”. El gallego se despidió con un mensaje cariñoso para la plaza: “De donde yo vengo yo, Santiago, no puedo estar más tranquilo que en una Plaza de los Apóstoles”. Y remató con sendos 'vivas' a Murcia y España.

López Miras tomó el testigo para cerrar el acto. El máximo responsable de la Comunidad agradeció la confianza de su jefe de filas y mencionó uno de sus clásicos cada vez que el presidente del PP pisa tierras murcianas. “Es el presidente de España, de todos los partidos, que más veces ha visitado la Región”, apuntó, eufórico. Hasta en 13 ocasiones ha venido desde que en 2022 tomara las riendas de Génovas. Miras también itió sentirse “enamorado” de la Región de Murcia”, basó gran parte de su intervención en el agua y acabó con críticas al Gobierno y arengas a la entregada concurrencia: “Tenemos que hablar y gritar en la calle”. Y cambiar de inquilino de Moncloa, añadió: “Nosotros tenemos al mejor”.