Opinión

OPINIÓN

En el interior de las cosas

Las luchas interminables

Publicado: 09/06/2025 ·06:00
Actualizado: 09/06/2025 · 06:00
  • Andrea Ehrenreich.
Suscríbe al canal de whatsapp

Suscríbete al canal de Whatsapp

Siempre al día de las últimas noticias

Suscríbe nuestro newsletter

Suscríbete nuestro newsletter

Siempre al día de las últimas noticias

La crónica de los siete días pasados ha sido un tránsito extraño, el ruido político e institucional es insoportable. Ayuso montó su número en la Conferencia de presidentes y presidentas autonómicas, el mismo día en el que el proceso judicial de su pareja imputada sigue avanzando hacia la justicia.   Mazón también montó su número pidiendo la dimisión del Presidente del Gobierno y la convocatoria de elecciones generales, exigencia que él mismo no se aplica en este pequeño país mediterráneo. Mientras, en Castelló el equipo de gobierno municipal de PP-VOX no se corta y manifiesta su homofobia con  total desparpajo. Claman al cielo, las declaraciones del concejal ultraderechista, Alberto Vidal, recomendando “a las familias no llevar a los niños al centro de la ciudad y llevarlos a la playa” para evitar la fiesta del Orgullo LGTBI. Una fiesta, por cierto, dividida ya que los colectivos y asociaciones no han participado en señal de protesta con el Ayuntamiento.

 

La ciudad, por otra parte, va vaciándose poco a poco con el traslado masivo de sus vecinas y vecinos a Benicàssim, a tan solo doce kilómetros. La ciudad se vacía y todo lo ocupa el calor y quienes nos quedamos en tierra. Pancho disfruta un Parque Ribalta solitario a primera hora de la mañana, sorteando los obstáculos que impone la misma artrosis de sus patas traseras. Paseos sanadores para el cuerpo y el alma. Los sonidos del parque son celestiales.

 

Menos mal que llegó a Castelló Nuria Varela para hablarnos de feminismo, de la expulsión de las mujeres de tantos y tantas esferas sociales y políticas. Porque a pesar de los avances hay cosas que no cambian. Ofreció el pasado sábado una interesante charla sobre El Síndrome Borgen, por qué las mujeres abandonan la política, organizada por el Liceu de Dones de Castelló, en el marco de una nueva edición de Castelló Violeta.

 

Varela es licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid, Máster en Estudios Interdisciplinares de Género así como en Género y Políticas de Igualdad entre Mujeres y Hombres. Como periodista ha trabajado en conflictos bélicos, entre otros, la guerra de Bosnia, el sitio de Sarajevo, la guerra de Irak, los feminicidios de Ciudad Juarez, la Revolución Naranja en Ucrania, la matanza de Acteal en Chiapas, el Afganistán de los talibanes, el golpe de estado en Rusia. También conoce a fondo la realidad de los campos de refugiados de la población Palestina en Jordania, refugiados afganos en Pakistán, de la población bosnia en Croacia y la vida en los campamentos de refugiados saharauis.

 

Ha sido la primera Directora de Gabinete del primer Ministerio de Igualdad en 2008. Profesora asociada de la Universidad Complutense, docente en programas universitarios de Comunicación, Políticas de Igualdad, Historia de la Teoría Feminista y Violencia de Género. Es autora de libros que han marcado la agenda feminista en este país: Íbamos a ser reinas, Feminismo para principiantes, La Voz ignorada. Ana Orantes y el fin de la impunidad, Cansadas, Una reacción feminista a la nueva misoginia. Asimismo ha participado en los libros colectivos Wollstonecraft, Hijas del horizonte, el Atlas de las mujeres en el mundo y Las luchas históricas y los desafíos actuales del feminismo. Sú ultima obra es El Síndrome Borgen. Por qué las mujeres abandonan la política.

 

Vivimos un momento importante para hablar de política y feminismo. “Mi libro surgió cuando hace unos años se produjeron la dimisión de mujeres políticas significativas, entre otras, la presidenta del gobierno de Islandia, la ministra principal de Escocia, la primera ministra neozelandesa o la dimisión de Mónica Oltra”. Además, Varela había percibido, a través de la serie danesa Borgen cómo se iba maltratando y desdibujando el papel de las mujeres en la política y las instituciones, a pesar de que lo más llamativo de la serie era la práctica de consensuar y llegar a acuerdos entre distintas fuerzas políticas. “En Borgen se ve claramente el ciclo de integración y expulsión de las mujeres”. Parece que la igualdad, según destaca Varela, lejos de ser un principio que atraviesa la política y las sociedades democráticas, se ha convertido en una retórica. “De una u otra manera, los estereotipos atacan a las mujeres en el poder y las lastran hasta el punto de pesar más que cualquier otro motivo”.

 

Hablar del empoderamiento de las mujeres es falso, el único empoderamiento que se da en la actualidad es el del patriarcado. “Mientras en la mitad del mundo las mujeres no tienen derechos, ni derecho a la vida, en la otra mitad podemos llegar a cualquier puesto de poder, pero no todas pueden ejercer el poder”. En todos los ámbitos donde hay poder existen desigualdades para las mujeres. “Desde el feminismo se ha trabajado mucho para acceder a los puestos del poder, como es la paridad que es necesaria para avanzar pero no es suficiente”. La paridad permite la participación de las mujeres pero no todas son feministas y a otras no se les permite ejercer el poder.

 

Actualmente existe división en el feminismo y una demonización provocada por el patriarcado y sus infinitas formas, además de la penetración social del neofascismo que ataca duramente a las mujeres. Al final se está normalizando la desigualdad, como se están normalizando los asesinatos, señala Varela que insiste en que los discursos supremacistas se cuelan en el feminismo para dañarlo todavía más. Además esa frase tan manida en política de que ‘todas y todos somos feministas’ no es real porque hay estratos de la política y del sindicalismo donde sigue rigiendo el patriarcado. “No se imparte Coeducación en las escuelas, no hay especialistas ni formación en Igualdad en los altos cargos, en espacios de responsabilidad istrativa e institucional. Y no siempre son transversales las políticas de igualdad.” Las políticas laborales siguen castigando a las mujeres, se negocian convenios con los repartidores, un oficio masculinizado, y no se aplican a las trabajadoras del hogar, a las cuidadoras… seguro que gana más un jardinero con convenio que cualquiera de estas mujeres que trabajan intensamente y sin convenios.

 

En la política las mujeres sufren los mismos estigmas, sumando que mayoritariamente hombres mayores permiten el , mayoritariamente, a mujeres jóvenes, sin redes de apoyo, sin una experiencia extensa, y sin el poder necesario para combatir las desigualdades. Y las mujeres mayores no cuentan.

 

Mi vecina Carmen, que vino conmigo a la charla de Nuria Varela, salió indignada y desanimada por entender que la Igualdad y el Feminismo debe esforzarse, como siempre, excesivamente para lograr sus objetivos, necesitando como dijo Varela, trabajar en objetivos concretos y con estrategias concretas. Carmen siempre dice que a esta sociedad y a las instituciones públicas no les importa la felicidad de las mujeres.

 

Ayer comimos sepia a la plancha y un arroz negro con chipirones que bordó Carmen,  de postre, melón. Brindamos, un domingo más, por las mujeres para que no nos detengamos en nuestras luchas, que son permanentes. Y rogamos por la paz en Gaza, porque acabe el genocidio del criminal de guerra Netanyahu.

 

((Por cierto, el sábado 14 de junio, a las 11.30h, desde la Plaza Mª Agustina de Castelló, los colectivos sociales y asociaciones castellonenses han convocado una manifestación para exigir el fin del Genocidio y la paz y la libertad para Gaza, para toda Palestina)).

 

Buena semana. Buena suerte

 

Recibe toda la actualidad
Valencia Plaza

Recibe toda la actualidad de Valencia Plaza en tu correo