VALÈNCIA. La empresa valenciana Laboratorios Tecnológicos de Levante está desarrollando un sistema de análisis basado en genómica ambiental que podría sustituir las técnicas tradicionales utilizadas para evaluar la calidad de los ecosistemas acuáticos. La iniciativa se enmarca en un proyecto europeo del programa SEIMED, en colaboración con la empresa portuguesa EON Genetics y con el respaldo del CDTI (Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación).
Situada en el Parque Tecnológico de Paterna y con más de tres décadas de experiencia, esta compañía se especializa en análisis y consultoría tanto en el sector alimentario como en el medioambiental. En este último, se encarga de analizar aguas superficiales, aguas residuales y aguas tratadas en estaciones depuradoras, garantizando el cumplimiento de la normativa vigente.
El nuevo desarrollo tecnológico permite identificar especies presentes en un ecosistema fluvial a partir del ADN recogido en muestras de agua. Según explica Beatriz Vallejo, responsable de I+D+i en la compañía, “la genómica ambiental permite detectar qué especies han estado presentes en un cuerpo de agua sin necesidad de capturarlas, lo que reduce el impacto sobre la fauna y agiliza los procesos de análisis”.
Aplicaciones prácticas frente al módelo tradicional
En el modelo tradicional, el proceso de evaluación de la biodiversidad en un río incluye la recolección manual de organismos -peces, macroinvertebrados o diatomea-, su transporte al laboratorio y la identificación morfológica por parte de biólogos especializados. “La genómica permite acortar significativamente los tiempos de análisis. En el caso de las diatomeas, por ejemplo, una campaña completa puede tardar hasta tres meses. Con la nueva metodología, los resultados pueden obtenerse en una semana o diez días”, señala Vallejo. Además, añade que el sistema permite analizar múltiples muestras simultáneamente, lo que facilita una respuesta más rápida ante posibles amenazas medioambientales.
Otra de las ventajas destacadas es la detección precoz de especies invasoras, que en estadios larvarios son prácticamente invisibles a simple vista. “El análisis de ADN permite identificarlas antes de que lleguen a establecerse y causen daño al ecosistema”, asegura Vallejo. Con una plantilla de más de 90 personas, la empresa valenciana cuenta entre sus trabajdores con perfiles que diseñaron la primera estrategia de seguimiento de la Cuenca Hidrográfica del Júcar hace tres décadas.
Un proyecto con tres años de duración
El proyecto, con una duración prevista de tres años, se está desarrollando de forma conjunta entre España y Portugal, centrándose en ríos compartidos como el Miño, el Duero o el Tajo. La validación de la tecnología en diferentes tramos fluviales pretende demostrar su aplicabilidad bajo distintas condiciones ambientales. “La idea es abarcar toda la longitud del río para que, una vez finalizado el proyecto, podamos presentar resultados sólidos que respalden la incorporación de esta tecnología en los protocolos de seguimiento ambiental de las istraciones públicas”, apunta Vallejo. El objetivo final es que la genómica ambiental se convierta en una herramienta complementaria o sustitutiva de los métodos tradicionales, una vez superadas las fases de validación y acreditación necesarias.
Aunque el enfoque principal del proyecto es medioambiental, Laboratorios Tecnológicos de Levante también trabaja en la aplicación de la genómica a otros sectores, como el alimentario. “Queremos trasladar el uso de esta herramienta a otros campos donde aún no se ha extendido, como el control de calidad alimentaria o incluso el diagnóstico ambiental de procesos industriales”, afirma Vallejo.
A pesar de que la genómica está ya integrada en áreas como la sanidad pública o la investigación académica, su aplicación práctica en análisis medioambientales aún requiere un impulso regulatorio. “Europa debe avanzar en la inclusión de estas metodologías en sus directivas. Para eso hace falta evidencia técnica y colaboración público-privada”, destaca.
