VALÈNCIA (EP). El grupo de Compromís en el Ayuntamiento de València ha censurado este miércoles "el desembarco descontrolado de vehículos de sharing y transporte turístico" en la ciudad "ante la pasividad del gobierno" local que preside la alcaldesa, María José Catalá (PP) y forman PP y Vox.

Compromís ha señalado, en un comunicado, que "desde hace unos días, un número indeterminado de motocicletas eléctricas de color morado ha empezado a circular por las calles de València". Así, ha apuntado que "los primeros días el operador las depositó en plazas de estacionamiento exclusivo para motos", pero ha destacado que "con el paso de los días, cualquier ciudadano podía ya tropezar con ellas estacionadas ilegalmente en cualquier acera junto a las del resto de operadores".

Este grupo municipal ha añadido que esto ha sucedido "pese a la existencia desde diciembre de 2020 de un informe del servicio de Movilidad Sostenible constatando ya entonces la presencia de 1.955 motocicletas de diferentes empresas operando en la ciudad y estimando que, en base a la capacidad de absorción de vehículos en el espacio público de València, el máximo de motocicletas en alquiler no debería superar las 2.000".

Compromís ha expuesto que la irrupción de nuevas motos "supone en la práctica que el gobierno de María José Catalá se salta un informe técnico oficial de un servicio (el de Movilidad) por parte del competente a la hora de controlar la actividad, el de Actividades".

El edil de Compromís Giuseppe Grezzi ha hablado de "un saboteo en plena regla del trabajo de los técnicos, haciendo primar el interés económico comercial de una empresa privada".

Esta formación ha señalado que "las consecuencias, en forma de invasión y deterioro del espacio público causada por motos mal estacionadas sin control y sanción por parte de la Policía Local ya se están haciendo notar".

Compromís ha indicado que "desde la llegada al gobierno --local-- de María José Catalá, varias operadoras de transporte para turistas al estilo asiático --en vehículos con conductor de escasa cilindrada-- están operando en la ciudad, realizando paradas en el espacio público, incluidas plazas y espacios peatonales, con el consiguiente deterioro del mismo".

"El mismo informe de Movilidad de 2020 que sugería un número límite de motos de sharing, también indica en relación a los vehículos turísticos, que deberán compartir los espacios habilitados para estacionamiento para autobuses turísticos de servicio discrecional y paradas para transporte turístico con paradas disponibles", ha agregado el grupo municipal, que ha apuntado que eso es "algo que no está sucediendo".

Grezzi ha asegurado que "la protección y mejora del espacio público fue una prioridad" durante los ocho años de gobierno progresista en los dos mandatos anteriores y ha criticado que Catalá esté "dando carta blanca" a un "modelo de negocio turístico característico de ciudades tercermundistas" y "al resto de negocios turísticos extractivistas".

El representante de Compromís ha comentado que "esta apertura a más explotación privada del espacio público con su consiguiente deterioro se produce cuando todas las áreas competentes para protegerlo se hallan bajo el mismo mando, el de Jesús Carbonell (PP), concejal de confianza de María José Catalá".

"Él es el responsable último de autorizar las actividades, las ocupaciones, los recorridos, las paradas; vigilar que se cumplan; y si es necesario porque no se está atendiendo a sus mandatos, sancionar a los infractores", ha dicho Grezzi. "Y a la vista de que las calles, aceras y plazas cada vez están más invadidas de motos privadas y de alquiler, y de trastos y vehículos para turistas, tendremos que entender que es con su visto bueno, y por descontado, con el de la alcaldesa Catalá", ha agregado.

"Culpar a otros"

Giuseppe Grezzi ha censurado la gestión Carbonell: "no ha hecho nada bueno en los dos años que lleva al frente de sus áreas". "Es consciente de lo perjudicial que es su gestión y trata de culpar a otros de ella", ha apostillado.

El edil de Compromís ha pedido a la alcaldesa "que llame al orden a Carbonell para que asuma su responsabilidad y proteja el espacio público". "De lo contrario, nos veremos forzados a entender que esta vietnamización del espacio público es el modelo que Catalá y su gobierno bipartito de ultraderecha tiene pensado para València, un desastre y un daño a la ciudad que ni siquiera sus votantes más recalcitrantes son capaces de aceptar", ha expuesto.