VALÈNCIA (EFE). La memoria de 2024 de Proyecto Hombre Valencia detalla que el 77 % de las personas atendidas el año pasado fueron hombres con una media de edad de 41 años, mientras que las mujeres, aunque en minoría (23 %), presentan más problemas de salud y acceden más tarde al tratamiento.
Así lo ha puesto de manifiesto la entidad este jueves durante la jornada conmemorativa y de puertas abiertas con motivo de su 40 aniversario, que ha reunido a profesionales, voluntariado, antiguos s y representantes institucionales, y en la que se ha puesto en valor su trabajo de cuatro décadas al servicio de las personas con la atención de sus adicciones.
El acto, que ha tenido lugar en la sede de la Fundación en València, ha incluido la entrega de reconocimientos a todos los presidentes y directores que ha tenido la entidad en las últimas décadas así como a empresas colaboradoras, centros educativos y entidades sociales, entre ellos, Escuelas Católicas de Valencia.
Han participado la presidenta de la Fundación, Aurora Aranda, y su actual director, Vicent Andrés, así como representantes del Gobierno de la Generalitat y del Ayuntamiento de València, y el vicario episcopal para la Acción Caritativa y Social del Arzobispado de Valencia, Agustín Alcayde.
Durante la mañana, se han expuesto los distintos espacios que conforman la red de atención de Proyecto Hombre: Centros de Día de València, Gandía y Ontinyent; el programa de tardes CATA; la comunidad intrapenitenciaria; el área de prevención Projecte Jove, los dispositivos de intervención en el ámbito laboral y la comunidad terapéutica, lo que ha permitido conocer de cerca el trabajo que desarrolla cada uno de estos recursos.
La jornada tiene previsto continuar esta tarde, entre las 16:30 y las 19:30 horas, con un espacio de encuentro abierto a todas las personas que, en algún momento, han formado parte de Proyecto Hombre: trabajadores y trabajadoras, personas voluntarias, s y ex s, familiares y colaboradores.
El acto culminará con unas palabras de clausura a cargo del Arzobispo de Valencia, Enrique Benavent.
Esta jornada conmemorativa quiere ser un espacio de reconocimiento, memoria y encuentro, y una oportunidad para visibilizar la evolución del modelo de intervención y su impacto en la sociedad, han informado desde la entidad.
Respuesta integral ante las adicciones y los retos sociales emergentes
La Fundación Arzobispo Miguel Roca Proyecto Hombre Valencia atendió directamente, durante 2024, a más de 3.000 personas, entre personas usuarias y familiares, a través de distintos programas terapéuticos y preventivos.
La atención se ha diversificado en tratamientos ambulatorios, comunidades terapéuticas, intervención intrapenitenciaria, viviendas de apoyo y programas específicos para jóvenes a través del Projecte Jove.
La invisibilidad de la adicción
La adicción no es sinónimo de exclusión social. Un 41 % de personas en tratamiento están en activo laboralmente y mantienen una vida laboral y familiar estable, lo que les permite afrontar su adicción compatibilizando el tratamiento con sus obligaciones laborales y contar con apoyo familiar.
Ante la ausencia generalizada en la sociedad de percepción del riesgo respecto del impacto del abuso de determinadas sustancias legales, sobre todo, el alcohol, y las benzodiacepinas, y los juegos de apuestas, "es necesario darle un nuevo impulso a la prevención", aseguran desde Proyecto Hombre.
Entre los jóvenes, con una edad media de 18 años, el 69 % presenta consumo problemático de cannabis y el 80 % reconoce que sus amigos también consumen, datos que alertan sobre la normalización del uso de sustancias en entornos juveniles.
También el 12 % tienen problemas relacionados con las TIC (redes sociales, videojuegos, nuevas tecnologías y ludopatía).
Un modelo centrado en la persona y la comunidad
El equipo humano de la Fundación está formado por 58 profesionales, 128 personas voluntarias y 29 estudiantes en prácticas, configurando una estructura "sólida y comprometida".
El enfoque terapéutico-educativo combina intervención psicoeducativa, ocupacional y médica, apoyo a la familia y tiene en cuenta los contextos de la persona.
Hay una línea específica de tratamiento para personas con diagnóstico dual (drogodependencia y psicopatología psiquiátrica) y se priorizan las situaciones de mayor vulnerabilidad social y económica.