CASTELLÓ. Se acerca el momento. El día D y la hora H. La fecha en la que David Moliner, percusionista y compositor de Castelló, va a dar un paso más en su particular 'lucha': la de visibilizar la marimba como instrumento solista dentro de la música clásica. Y lo va a hacer gracias a la publicación de "Repercussion Marimba", el nuevo disco que, el próximo viernes 13 de junio, va a publicar junto al prestigioso sello alemán Accentus Music.
El trabajo, el primero que el de la capital de la Plana crea para en exclusiva la marimba, está compuesto por un total de siete piezas y tiene como eje transversal la música de Johann Sebastian Bach. Las tres primeras Suites para violonchelo solo (BWV 1007–1009) del mito alemán son, en "Repercussion Marimba", transcritas y adaptadas por Moliner para su interpretación con la marimba en función de la técnica moderna a cuatro baquetas y la sonoridad propia del instrumento. Las cuatro composiciones restantes (de Claude Debussy, Franz Schubert, Alexander Liebermann y del propio Moliner) están influenciadas, de forma directa u indirecta, por el compositor nacido en Eisenach (Alemania) y su amplísimo universo.
"Las transcripciones, que son las 'Suite N.1', 'Suite N.2' y 'Suite N.3' de Bach, las presenté en mayo de 2024 en la Philharmonie de Berlín. Tuve la suerte de que, al concierto, asistiera la productora Accentus Music y me propusiera grabar un CD con las transcripciones de Bach como leitmotiv y eje central del disco. A partir de ahí, decidimos incluir también obras de autores clásicos, como Debussy y Schubert, o actuales, como Lieberman o yo mismo, que habían sido influenciadas de forma directa o indirecta por Bach. Así es como nació el disco", cuenta Moliner a este diario.

Un viaje por distintas épocas y estilos
Bach, como bien explica el percusionista de Castelló, fue un compositor "profundamente barroco", por lo que es aquí, entre el 1685 y el 1750, donde empieza el viaje temporal y estilístico en el que sumerge "Repercussion Marimba" al oyente. Un viaje que despega en el Barroco y hace su primera parada entre finales del Clasicismo y principios del Romanticismo, época en la que Franz Schubert creó su 'Impromptu Op. 142 N.2', (pieza transcrita por Moliner, adaptada para la marimba y que forma parte de su disco). "Schubert, respecto a Bach, realizó cambios sutiles en sus armonías, modificaciones que hicieron que el afecto y la emocion sensorial de sus obras variaran muy sutilmente respecto a las del alemán", explica el músico local.
La travesía continúa y del Romanticismo pasamos al Impresionismo francés, período temporal en el que Claude Debussy desarrolló su 'Arabesque N.1'. "Los impresionistas buscaban crear belleza a partir de un paisaje, de una emoción lejana. Igual que en Schubert el cambio armónico es muy sutil, pero muy profundo, en Debussy es igual de profundo pero mucho más consonante, pues son cambios diatónicos muy perceptibles. En Schubert son más cromáticos y en Bach cromáticos y diatónicos", argumenta Moliner en cuanto a la evolución estilística tanto de los autores como de las obras que él ha transcrito para la marimba.
El aterrizaje y, en consonancia, el fin del viaje, tiene lugar en la actualidad. Tanto Alexander Lieberman como el propio Moliner son autores contemporáneos cuya música se ha visto influenciada principalmente por Bach pero, también, por Schubert y Debussy. 'Jalak Suren' es la obra que el germano-francés ha compuesto para el álbum del castellonense y que está originalmente concebida para la marimba: "A mi juicio, tanto la de Lieberman como la mía son obras que tienen una idea continuista con la tradición clásica, pero también, además, rupturista con el concepto de la marimba como instrumento concertante", detalla Moliner.

'Sentir Rapaz!', una forma de reconectar con la infancia
'Sentir Rapaz!' es la pieza que cierra el álbum y que está compuesta por el propio Moliner. "Es una obra que nace de la intuición y cuyos primeros minutos son una introducción basada en el preludio de la 'Suite N.3' de Bach. A partir de ella, derivan distintas modulaciones texturales como, por ejemplo, un juego entre el silbato y el aire que deriva de la madera u otras técnicas extendidas como pegarle a la marimba con el ratán", sigue el de Castelló.
Pero más allá de la parte técnica, 'Sentir Rapaz!' tiene un fuerte componente emocional. La ideal del 'sentir rapaz' responde a un guiño que Moliner hace al David de 12 años, al adolescente que "empezaba a componer pero que no tenía mucha formación en cuanto a técnica se refiere". Ese niño aún vive por dentro, en su interior, y sonríe al ver que, años más tarde, su alter ego adulto ha logrado publicar su primer disco concebido exclusivamente para la marimba.