Más cultura

¿Una biblioteca en la plaza del Ayuntamiento? La propuesta de Compromís para el Palau de les Comunicacions

  • Propuesta de Compromís para el Palau de les Comunicacions
Suscríbe al canal de whatsapp

Suscríbete al canal de Whatsapp

Siempre al día de las últimas noticias

Suscríbe nuestro newsletter

Suscríbete nuestro newsletter

Siempre al día de las últimas noticias

VALÈNCIA. El Palau de les Comunicaciones vuelve a estar en el centro del debate. El antiguo edificio de Correos, situado en pleno corazón de la ciudad de València, fue adquirido por cerca de 24 millones de euros durante el gobierno del Botànic, con Ximo Puig a la cabeza del ejecutivo. Desde entonces, sin embargo, no se ha terminado de aterrizar un proyecto estable para el mismo, un escenario que ha servido para acoger distintos eventos, charlas o exposiciones, aunque sin concretar un plan a largo plazo, ni antes ni ahora. 

 

Con el cambio de legislatura el gobierno del Partido Popular puso sobre la mesa convertirlo en Museo Fallero, un proyecto que tampoco se ha aterrizado, una indefinición que ahora se espera parchear con la llegada de las obras de Nueva York de Joaquín Sorolla. Hace apenas unos días que el president de la Generalitat, Carlos Mazón, anunció el futuro acuerdo con la Hispanic Society of America para que una buena representación de las obras del valenciano que custodia la entidad en Nueva York vuelvan “a casa”, un acuerdo del que, aunque desde la Generalitat no han confirmado el coste económico o el número de obras que vendrían, se extendería por varios años y mira precisamente al Palau de les Comunicaciones como posible sede de ese ‘no museo’ Sorolla. 

 

Este cambio de rumbo ha levantado ampollas y desde el grupo Compromís se ha exigido que se le dé un uso “estable y con valor ciudadano”, una propuesta que pasa por convertirlo en una Biblioteca Pública. Así lo ha explicado la portavoz de Compromís en el Ayuntamiento de València, Papi Robles, y el concejal, Pere Fuset, quienes defenderán en el próximo Pleno municipal su propuesta para convertir el edificio en una Biblioteca Pública y un espacio de coworking e innovación para jóvenes emprendedores.

 

Según ha explicado Robles, la amplitud del edificio, su ubicación en el corazón del distrito financiero y social de València, y su distribución lo hacen ideal para acoger un espacio que combine a la cultura, estudio y dinamización económica. “Es una joya arquitectónica e histórica que no puede seguir a la deriva de las ocurrencias políticas. Hay que abrirlo a la ciudadanía con un proyecto útil, ilusionante y permanente”, ha explicado Robles, quien critica que desde que fuera adquirido solo se han planteado propuestas de uso “abstractas o inviables sin ninguna continuidad real”.

 

La propuesta del grupo incluye destinar la nave central y el entresuelo a una biblioteca pública, dando respuesta a una demanda reiterada de la comunidad estudiantil, que reclama más espacios de estudio en la ciudad. Además, se plantea dedicar una parte del edificio a la creación de un espacio para start-ups y jóvenes autónomos, con servicios como internet de alta velocidad, salas de reuniones y asesoramiento legal y financiero, gestionado por entidades públicas como València Activa y Labora.

 

Por su parte, el portavoz del Partido Popular, Juan Carlos Caballero, se ha mostrado muy crítico con la historia reciente del espacio y su falta de uso. "Ni Compromís ni el PSPV están en posición de dar lecciones sobre el uso del edificios de Correos. Hablamos de un palacete que el señor Ximo Puig compró por 23 millones de euros desviando fondos destinados a la construcción de colegios y viviendas para montar un balcón fallero”, ha declarado. En este sentido, Caballero ha señalado que el inmueble “va a dejar de servir para el disfrute de unos pocos para servir a la cultura de esta ciudad con la dignidad que merece”. 

 

Si finalmente el inmueble acoge las obras de Sorolla, cabe destacar que debería adaptarse para recibir a sus nuevo 'inquilinos'. Cabe recordar que el edificio no está pensado para ser museo y, de hecho, cuando acogió la Colección Lladró tuvo que realizarse una costosa adecuación para convertirse en sala de exposiciones temporal, unos trabajos que incluían la instalación de nuevos muros para colocar las obras, ocultar algunas entradas de luz para evitar daños en las piezas o instalar máquinas humidificadoras para asegurar la buena preservación de las mismas 

Recibe toda la actualidad
Valencia Plaza

Recibe toda la actualidad de Valencia Plaza en tu correo