Teatro y danza

ENCUENTRO DE NOMINADOS

Las artes escénicas valencianas celebran su diversidad a las puertas de los Premios Max

  • Los nominados y nominadas valencianas de los Premios Max 2025, en un encuentro organizado por la entidad.

VALÈNCIA. A dos semanas de la gala de los Premios Max 2025, la escena teatral valenciana se ha reunido para celebrar su pluralidad creativa y el reconocimiento nacional que supone figurar entre los finalistas. El encuentro, organizado por la Fundación SGAE en su sede de València, ha reunido a las compañías y profesionales nominados este año, entre los que destacan propuestas que abarcan desde el teatro inmersivo y autobiográfico hasta el musical festivo o el circo de gran formato.

No estaba el gran nominado, Marcos Morau, que no solo destaca entre las propuestas valencianas sino que Afanador, el espectáculo producido por el Ballet Nacional de España inspirado en Ruven Afanador, es el espectáculo más nominado de la edición a nivel estatal, con ocho candidaturas. 

Aina Gimeno (Maquinant Teatre), nominada a Mejor autoría revelación por Boira, subrayó la importancia de llegar a la infancia desde el teatro con herramientas emocionales. “Desde Maquinant siempre que nos dirigimos a los más pequeños intentamos darles herramientas; que puedan poner nombre, puedan expresar lo que sienten, porque pensamos que es la base de la transformación social también en el teatro”, explicó. Boira, una pieza producida por Escalante, aborda la tristeza infantil con un enfoque inmersivo y poético que ha tenido la mejor respuesta posible del público más joven: “Para mí eso es también el premio: cuando ves que los nenes acaban el espectáculo y vienen a darte un abrazo corriendo porque se han emocionado”.

La emoción también atraviesa el trabajo de Alma García (La Contraria), autora e intérprete de Contra Ana, finalista como Mejor espectáculo revelación. Con una propuesta profundamente personal, García relató su proceso creativo como un tránsito vital: “Ha sido un viaje transformador porque es una obra muy personal, que nace en un ingreso por anorexia. (...) Qué bonito es el viaje del dolor y de la herida —tampoco vamos a decir la curación—, pero sí al cambio, a la paz”. En su intervención, defendió el teatro como “una herramienta fundamental para hablar de temas que nos incomodan, a los que no tenemos mirada o incluso no entendemos”.

Desde una óptica más celebratoria, Elsa Moreno representó a la Compañía Lucas Escobedo, nominada con Farra como Mejor espectáculo musical o lírico. La trayectoria de la compañía, nacida en la calle y forjada en el circo, ha culminado en una coproducción con la Compañía Nacional de Teatro Clásico. “Para nosotros, todo esto es una enorme alegría, estamos muy orgullosos”, afirmó Moreno, quien subrayó la sintonía entre la fiesta barroca de los corrales de comedias y el espíritu festivo del espectáculo: “Poder haber introducido la fiesta, la alegría, la celebración, al Teatro de la Comedia... era una cosa muy lógica”.

Por su parte, Sergi Heredia, fundador de LA FAM Teatre y candidato al galardón a Mejor labor de producción por Ambulant, reivindicó el esfuerzo colectivo que hay detrás de una producción de gran formato: “Ambulant es toda una aventura porque es una puesta en escena con 10 intérpretes de gran formato y de circo; y el circo trasladarlo a la sala siempre tiene su aquel”.

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Una cuestión de visibilidad (y de estructura)

Más allá de los que suceda dentro de dos semanas, las compañías ya entienden la visibilidad de sus nominaciones como un triunfo: “Es necesario que estos trabajos tengan recompensa y que se hable de ese tipo de historias”, señaló Alma García. Una visibilidad que, según Aina Gimeno, debería contribuir también a corregir el desequilibrio territorial: “A nivel nacional cuesta mucho hacerse un hueco y más si no estás en Madrid o en Barcelona. Aquí hay muchísimo talento y creo que hay poca representación valenciana en realidad para el talento que hay”.

En esa misma línea, Elsa Moreno añadió: “Me sorprende mucho porque no dejo de conocer a compañeras y compañeros que son súper artistas valencianos. Y sí, es una revelación, pero también estaría bien que en algún momento dejara de sorprender”.

La precariedad, sin embargo, sigue marcando los márgenes del sector. “Ojalá llegue el momento donde no tengamos que estar tan expensas de la generosidad de gente que tiene el corazón tan grande”, apuntó García, quien contó que su obra pudo comenzar a rodar gracias a un gesto anónimo y altruista: “Un chico de Vallecas me ofreció 4.000 euros porque sintió que la obra podía cambiar el mundo”.

Y, por supuesto, el otro melón que abrir (en una mesa llena de manzanas) es el vínculo entre el sector y las instituciones. Aina Gimeno se sumó a las palabras de María Almudéver, presidenta de AAPV, en Culturplaza: “Hace falta muchísima más comunicación con las compañías valencianas. Escuchar a los profesionales. Ahora mismo no hay una relación fluida con las instituciones y creo que eso precariza todavía más el sector”.

Sergi Heredia, aunque valoró positivamente las ayudas recibidas por LA FAM, alertó de que no se puede retroceder en el apoyo público: “Cada vez que hacemos una producción nos la jugamos y volvemos a empezar de cero. Tener un apoyo económico es imprescindible”.

En palabras de Juan Luis Mira, responsable del Consejo Territorial de SGAE en la Comunidad Valenciana: “Haber llegado hasta aquí es ya un triunfo”. Y ese triunfo, hoy, se celebra en plural.

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