Comunitat Valenciana

La eliminación de tasas autonómicas a la central nuclear de Cofrentes costará a la Generalitat 14 millones al año

La aprobación de esta medida parte de una enmienda de Vox

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VALÈNCIA. La Comunitat Valenciana dejará de ingresar más de 14 millones de euros anuales tras la supresión del impuesto autonómico a la energía nuclear que afectaba exclusivamente a la central de Cofrentes. La medida, impulsada mediante una enmienda de Vox a la ley de Medidas Fiscales de los Presupuestos de 2025, fue anunciada este lunes por el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, durante su visita a las instalaciones de Iberdrola en Cofrentes (Valencia). Ésta aprobaba eliminar el artículo 154 de la Ley de Acompañamiento de 2012, donde se regulaba el mencioado impuesto. Una decisión que seguirá condicionando las arcas públicas en unas cuentas ya condicionadas por el fuerte gasto generado tras la riaada provocada por la Dana y la histórica infrafinaciación por parte del sistema estatal de reparto. Sin embargo, desde el Gobierno autonómico han avanzado en esta medida tras las quejas de las compañías privadas de los impuestos a la mencionada energía desde las diversas istraciones.

La eliminación de esta tasa, comúnmente conocida como “ecotasa”, responde a una estrategia del actual Consell para favorecer la competitividad energética y aliviar la carga fiscal sobre una fuente que Mazón considera “limpia, estable y estratégica”. El impuesto había sido creado en 2012 por el entonces gobierno autonómico para gravar la generación nuclear con una finalidad medioambiental, aunque su efecto recaudatorio ha sido constante desde entonces. “El peso fiscal extraordinario que soportaban las nucleares impedía muchas veces que pudieran ni siquiera abrir”, argumentó Mazón, en clara referencia a lo que considera una sobrecarga injustificada sobre esta tecnología. “Vamos a eliminar estos impuestos que lastran la competitividad de la Comunitat Valenciana y dificultan su recuperación industrial”.

La central de Cofrentes, cuya clausura está prevista para noviembre de 2030 según el calendario estatal de cierre nuclear, es la mayor fuente de generación eléctrica de la Comunitat Valenciana, con un 52% del total de la energía producida en 2024. Este dato, cuatro puntos por encima del registrado en 2023, evidencia la alta dependencia nuclear de la región, en contraste con el bajo peso de las renovables, que apenas alcanzan el 23%. Mazón, junto a varios consellers, directivos de Iberdrola y representantes empresariales como José Vicente Morata (Cámara de Comercio), Vicente Lafuente (CEV) o Diego Lorente (AVE), defendió la continuidad de Cofrentes. “No podemos permitirnos prescindir de esta energía sin tener una alternativa sólida. Cerrar la central sería una irresponsabilidad”. En marzo de 2021, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) aprobó una extensión de explotación de la central hasta el 2030, año en el que se fija su cierre definitivo. Esta decisión se alinea con el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030, que establece un calendario de cierre progresivo de las centrales nucleares en España entre 2027 y 2035. 

  • Vista de la central nuclear de Cofrentes. -

La jornada en Cofrentes escenificó un apoyo del tejido empresarial valenciano a la prórroga de la vida útil de la central con la sombra del apagón eléctrico hace unas semanas. "Cerrar Cofrentes no tiene ninguna lógica en este momento. Nos estamos jugando el futuro de más de 12.000 empresas electrointensivas y 225.000 empleos", señalaba el presidente de Cámara Valencia, José Vicente Morata. Éste recordó que la inversión que está atrayendo la Comunitat Valenciana es intensiva en consumo energético y que esta solo será viable si se garantiza una electricidad asequible, estable y limpia. En la misma línea, desde la CEV, Vicente Lafuente calificó a Cofrentes como “una herramienta imprescindible” para el desarrollo regional, mientras que Diego Lorente (AVE) pidió “no excluir ninguna fuente por razones ideológicas”.

Cámara València ya había expresado en ocasiones anteriores su apoyo a la prórroga de la vida útil de la central nuclear de Cofrentes, ya que aseguran que su cierre podría tener consecuencias económicas significativas e implicaría un serio riesgo para la operatividad de más de 12.000 empresas industriales altamente dependientes del suministro eléctrico. Según el informe presentado por el ente, el cierre de Cofrentes implicaría un serio riesgo para la operatividad de más de 12.000 empresas industriales altamente dependientes del suministro eléctrico, que generan 184.000 empleos directos y condicionan otros 235.000 empleos indirectos. Sectores como la industria química, cerámica, metalúrgica, alimentaria y del plástico serían los más afectados, al asumir incrementos de costes energéticos y una pérdida de competitividad exterior. De hecho, entre las medidas propuestas para mantener abierta Cofrentes, pedía revisar su fiscalidad para equipararla a las centrales de otros países europeos, y simplificar los trámites burocráticos relacionados con el Pacto Verde Europeo. 

Como publicaba Valencia Plaza, en medio del debate abierto sobre la prórroga de la vida útil de la central de Cofrentes, lo cierto es que la dependencia de la Comunitat Valenciana de la energía nuclear es todavía muy alta frente al lento despliegue de las renovables. Tanto es así que, en 2024, el 52% de la electricidad generada en la autonomía procedía de la nuclear, cuatro puntos más que un año antes, lo que evidencia el peso que todavía tiene esta tecnología en tierras valencianas. Y más teniendo en cuenta que las renovables concentraron el 23%, siendo aún la fotovoltaica casi residual, con el 4% del total, y con la planta valenciana con un cierre programado para noviembre de 2030, según un informe de Avaesen. En una nota publicada por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), el economista Diego Rodríguez ofrecía un análisis preliminar para abordar las posibles causas del apagón del pasado mayo y también señalaba la necesidad de seguir apoyándose en la energía nuclear a pesar del calendario de cierres previstos enmarcados entre 2027 y 2035.

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